“Un detox de 4 días, bien planteado, puede ofrecer beneficios fisiológicos medibles. Al reducir el consumo de alimentos ultraprocesados, azúcares añadidos y toxinas ambientales, disminuye la carga hepática y se favorece la función de órganos clave como el hígado y los riñones. Durante este breve periodo, se optimizan procesos como la autofagia celular, se reduce la inflamación sistémica y se mejora la sensibilidad a la insulina. Además, al priorizar alimentos naturales, hidratación adecuada y descanso digestivo, el cuerpo entra en un estado transitorio de reparación que contribuye al equilibrio metabólico y al bienestar general.”